¿Un gato puede comer yogur?

¡SI… pero!

Si, un gato puede comer yogur porque éste representa una fuente de proteínas y probióticos, además de una fuente importante de bacterias benéficas para la flora intestinal del felino. Es un alimento recomendable por su contenido nutricional, es un alimentación complementaria que va a disfrutar mucho.

¿Un gato puede comer yogur o es mejor la leche?

Hay una creencia popular que los gatos toman leche y que esta le es beneficiosa, es en parte cierto. Los gatos cuando son bebés es un alimento que les ayuda mucho, su cuerpo naturalmente produce una enzima que degrada la lactosa. A medida que crecen van produciendo menos cantidad de esta enzima y por eso se produce la intolerancia a la lactosa.
No pasa lo mismo con el yogur, por sus componentes son una fuente importante de calcio, proteínas, enzimas, vitaminas del complejo B y minerales. Presenta beneficios adicionales como el fortalecimiento de la flora digestiva, pero algunos gatos podrían ser susceptibles a la lactosa. De la misma manera, un gato puede comer huevo, como una alternativa saludable a su alimentación y además es rica en proteínas y vitaminas del complejo B.
Los gatos adultos, sobre todo los mayores presentan una intolerancia a la lactosa, produciéndoles cólicos, diarrea, inapetencia o vómitos, por lo que si quieres darle yogur que sea reducido en lactosa, de lo contrario una cantidad reducida, como una especie de postre, no les caerá mal.
Los gatos chicos sufren pocos problemas de intolerancia a la lactosa y van a tolerarlo mejor, incluso algunos veterinarios recomiendan darle yogur (reducido en lactosa) a los gatos que tienen problemas digestivos, por la carga de bacterias beneficiosas que contiene, le ayuda a restaurarle su flora digestiva.

CUIDADO con un componente muy peligroso 

Hay un componente que tienen algunas marcas de yogures, sobre todo los bajos en calorías que es el xilitol. Ni se te ocurra darle yogures que contengan xilitol. La única forma de saber si lo contiene es mirar la tabla nutricional que viene al dorso de los mismos. 
El xilitol no le causa problemas al ser humano, pero no es el caso de algunos animales como el gato. Este componente es tóxico porque estimula al poco tiempo de ingerirlo, la liberación de insulina y produce una baja severa del azúcar (hipoglicemia) llevando a una perdida de la coordinación, problemas neurológicos o incluso la muerte.

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